No, dice P. Serrano, "nosotros somos como un grumo". Nos movemos, vaya, como aquel emplasto negro extraterrestre contra el que luchaba Steve McQueen.
En fin, que de todos los cafés que hay en el mundo, ella tuvo que venir al mío. Anda, Sam, si ella pudo resistirlo, yo también.
***
¿Por qué no? Porque es un país de gritos y techos bajos.
2 comentarios:
Un blog ejemplar. Vertiginosamente abismal, querida Yaiza.
Qué agudeza de obsevaciones.
Abrazos.
¡Gracias, querido! No sé si es agudo, pero abismal... sí, como esta ciudad misma.
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