viernes, 16 de noviembre de 2007

vértigo

Ver a mis alumnos: asomarme a la velocidad centrípeta de los veintimínimos años. Una semana parecen distantes compañeros y a la siguiente se meten mano en clase, y a la siguiente la carne impone hasta amor, y a la siguiente quizá se dejen.
Nada de envidia, sí un pinchazo de nostalgia. Y de la peor,
a la que canta Joaquín "con la frente marchita".

1 comentario:

mOnsOOn dijo...

te leo y te recuerdo...

un abrazo nostálgico de una princesita catalana,

mOntse