A Álvaro, que no todo va a ser folklore, y a Vir, porque me entiende
A veces me siento así:
Antes de conocer la bahía de Dun Laoghaire, donde inicia su camino Leopold Bloom y en cierto sentido, yo misma, el Cantábrico de Gijón me era muy socorrido: un azul que nunca lo es y que entre verdes y grises llama al viaje. Al viaje. Y aquí estamos.
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