jueves, 8 de noviembre de 2007

tirititando

El invierno mexicano no me deja estar desnuda en casa. Ni a mí ni a la vecina. Así no hay manera de enseñar los lunares. Por ahí habrá quién sepa cuántos tengo en la espalda. Yo no sé, ya ni me acuerdo.

2 comentarios:

Carlos Alberto Ruiz dijo...

Lindo espacio. Me asombra la frecuencia con la que lo actualizas, además de poder dar un vistazo a la percepción que tienes de la Ciudad de México.

Santitos dijo...

Gracias, bienvenido.