Una clase ha de parecerse bastante a domar un animal salvaje sin que este pierda su esencia (que el león ruja y se lance pero respete la vida del domador). O a torear (los taurinos me ayudarían aquí con metáforas). Uno puede tener más o menos arte, pero depende en gran medida de la bestia. ¿Se deja o no se deja? ¿Tiene confianza? ¿Curiosidad? Lo ideal es que el toro sea bravo y noble, ¿no? Pues he tenido suerte en mi primera sesión.
Mi tilo |
Observen esto. Mi tilo al borde de los retoños, con los pies nevados aún. La primavera está a la vuelta de la esquina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario