miércoles, 27 de enero de 2021

entre dos aguas

Muchas veces he hecho el ejercicio de retrotraerme a los momentos donde apareció México en mi infancia y juventud, de Cantinflas a Gabriel Zaid, para exclamar (ociosidad) ¡jamás te hubieras imaginado viviendo en México!

Tómese Por el bulevar de los sueños rotos, donde empecé a atisbar, a mis quince años, quién era Chavela Vargas. Si hubiera sabido entonces todo lo que sabría después (otra ociosidad pues la naturaleza no da alas a los alacranes), me habría extrañado que Sabina se refiriera a José Alfredo Jiménez como "un tal José Alfredo" y, sobre todo, que cantara "pasan de largo los terremotos". Unas palabritas tendríamos que haber tenido.

Por otra parte, cuántas otras veces, rumbo al norte por Patriotismo o al sur por Revolución, he sentido la necesidad urgente de escuchar desde "que no arranquen los coches" hasta "esta boca es mía", todo entero, el disco más fiel, por dentro y por fuera, a la ciudad de Madrid.


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