viernes, 15 de agosto de 2008

¿La salida del laberinto de la soledad, por favor?

Un comentarista de la cadena TVC Deportes acaba de asegurar que las razones del fracaso mexicano en estos juegos olímpicos son genéticas, y que se encuentran, concretamente, en el 13 de agosto de 1521, efeméride de la caída de la Gran Tenochtitlan a manos de las tropas de Hernán Cortés. (El comentarista se guarda muy bien de puntualizar que dichas tropas las formaban seiscientos soldados españoles y diez mil -diez mil- hombres tlaxcaltecas, obviamente no muy contentos con el poder sangriento que ejercían los aztecas).

A ver, a ver, comparación ibérica, just for fun: como si nos hubiera dado por echar la culpa de los sucesivos fracasos de la selección española de fútbol -hasta Europa 2008, claro- al desastre de la Armada Invencible. Cuestión de genes, te diré.