jueves, 26 de agosto de 2010

72 muertos y un muro

Setenta y dos. Así puestos, uno detrás de otro, suman lo que alguna clase en la Facultad de Ciencias de la Información. Con setenta y dos años, uno detrás de otro, murió mi abuelo Juan. Setenta y dos dicen los cabalistas que son los nombres de Dios.

Estados Unidos debería detener desde hoy la construcción del muro físico, por otro lado un poco inútil, entre su frontera y la de México. El muro que separa a los miserables de Estados Unidos es México mismo.