En una cena que se extiende hasta las cinco de la mañana (¿será posible que haga frío en Madrid en julio?), Tania me revela hasta qué punto llevamos vidas cruzadas. Desde el enroque de nuestros hombres hasta los peces indios que cuelgan en el baño. A Pedro Sorela se le ocurre que escribamos un diario doble, lo cual nos parece idea estupenda.
Querida, concretémosla: abre un rincón que pueda enlazar yo desde aquí y viceversa. "Taquitos de jamón/ Diario de España", jeje.
2 comentarios:
Quince días después de "veraneo" en las playas de Nerja (este verbo, como ya sabrás, no se utiliza en México), llegamos a Madrid para encontrarnos que una descarga eléctrica había, además de cortado la corriente eléctrica en el "piso" convirtiendo a la "nevera" en un caldo de cultivo muy peligroso, quemado los aparatos indispensables para conectarnos al mundo cibernético. Tres días después de llamadas urgentes a Telefónica, un amable técnico ecuatoriano colocó un nuevo router que me permitió, apenas hoy, visitar con placer tu blog.
Gracias, querida amiga, por este flashback. Te cuento que el frío ya abandonó Madrid. No bajamos de los treinta grados, el cielo sigue siendo azul y la ciudad está prácticamente vacía. ¿Cómo explicar en palabras mexicanas que una ciudad entera !la capital de un país! se va todita de "vacación (verbo mexicano)"?
"A donde fueras haz lo que vieras", dice el dicho, así que seguiré el ritmo de este veraneo madrileño, no sin dejar de pensar en cómo enlazarme virtualmente con tu mirada fresca, inteligente y amorosa de esa vida que –pensando "austerianamente"– casualmente y por alguna razón que todavía no hemos descifrado, hemos cruzado.
Mientras eso sucede, te mando un fuerte abrazo y unas cuantas lonjas virtuales de ese jamón de Huelva que aquí sigue, descuartizado, recordándonos que allá, del otro lado del espejo, están ustedes.
Espero que pronto se concreten esas ideas, querida. Feliz agosto, rey de la pereza en la Península, ¡y feliz jamoncito! (snif)
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