Aquella mirada la conocía: yo ya había mirado así antes. En otro aeropuerto y otro tiempo. Decir que entonces supe es exagerado; a hechos consumados es fácil creerse vidente y, sobre todo, es irresistible poner fiction al faction. Pero baste decir que -vaaale, de acuerdo- a hechos consumados, tuve la sensación de que entonces, en el aeropuerto, supe. Porque yo ya había mirado así antes.
Pero no iba a esto.
¿Puede el estado de ánimo configurar un lugar? Porque aquella ciudad, la de los Viveros desde el cuarto -que olía a melocotón-, la del llanto y la espera de madrugada, la de las despedidas en la misma bienvenida, me parece otra. Más grande, más triste, más fea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario