lunes, 1 de octubre de 2007

huracanes

Lorenzo entró por el Golfo, y me atrapó saliendo de la ciudad a las seis de la mañana, noche cerrada en nubes. Ni los volcanes se veían. En Xalapa salió un sol breve que nos concedió un par de horas en Coatepec. Después llovió hasta café. Y noche de insomnio frío. El Puerto, ese mi Atlántico del otro lado, me dio alegrías a ratos, me mordió en la infancia. Y qué dolor. Pero I'm gonna tell you about the family, y sin mantequilla de por medio: un fracaso por mi parte.
No se culpe a nadie.

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