Perdón, es la última vez (espero). Verlo escrito es incluso más divertido. De hecho se hace más desternillante a cada palabra. Obsérvese la última aliteración, lo que verdaderamente da a la coda de Rajoy (ya legendaria, supongo) carácter de copla para eurovisión:
"El otro día hablé de una niña. En esa niña pienso. En esa niña que va a crecer, que tiene que estudiar, que quiere tener una vivienda. Esa niña está en mi cabeza. Esa niña es la que mueve mi sentimiento y mi corazón. Esa niña".
Esa niña.
2 comentarios:
Quién les escribirá estas cosas a los políticos. Si ya resultan poco creibles normalmente, cuando se ponen a hacer prosa "poética" rozan el patetismo...
¡Olé mi niña! Chechu
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