Mi querido "Capo" Trujillo no se acostumbra. Pues bien, yo tampoco:
Aquí en México no se puede decir culo. Ni para bien ni para mal. Y eso me está matando. Prohibido el natural "qué buen culo tiene", y el inocente "ay, que te como ese culo", y el obrerístico "que no me entere yo que ese culito pasa hambre". Para qué hablar de "vete a tomar por culo": ¡aquí se manda a la chingada, jijos de la! Me está matando, me está matando. ¿Qué le digo yo a mi madre? Con lo que a ella le gustaba repetirme "una mujé sin culo no es una mujé"...
No hay comentarios:
Publicar un comentario