domingo, 27 de mayo de 2012

Fernando Parra, pequeño in memóriam

Lo voy a recordar de pie, caminando muy derecho, los hombros atrás, alto como era, la misma postura que todos sus hijos.

Lo voy a recordar serio y con las cejas pobladas fruncidísimas, gastando alguna broma ("Carmen, nunca sé si tu padre habla en serio o no", decía Katia).

Lo voy a recordar leyendo el ABC en el balcón del segundo A derecha del quinto bloque de Everluz, que da justo a la cuesta del Pato Rojo. La atalaya desde donde podía vernos regresar de la playa, de día, de noche o -¡no, por favor!- de madrugada. Una de esas madrugadas (¿la de los Beatles en Puntamar?), iba un amigo subiendo la calle a voz en grito: "¡FERNANDO PA-RRA, FERNANDO PA-RRA!", ante las súplicas de Carmen de no despertar al león de la bronca paterna. Uno de esos días, la que iba a ganarse la bronca era yo, por haberle dicho a mis tíos que me quedaba en su casa en lugar de la verdad, que habíamos ido a una feria a cincuenta kilómetros y estábamos volviendo a media mañana. "Yaiza, que tu tía no sabía que os íbais a Mazagón", parece que lo estoy viendo asomado a la baranda, y al ver mi cara de terror: "pero no te preocupes, que le he dicho que sí te quedabas aquí a dormir, pero que os dejé ir bajo mi responsabilidad".

Lo voy a recordar en su caseta de la Feria diciéndole a Carmen que qué era eso de dividir la cuenta, que cuando uno invitaba a los amigos a su caseta, de ninguna manera, no, no podía hacerles pagar.

Voy a recordar lo que dice su hija que dijo cuando la hermana mayor informó de que se casaba con su primo, sobrino carnal de Fernando: "Ah, mira, de muy buena familia".

Voy a recordar siempre, siempre –y voy a envidiar– su fe en Dios, y ese humanismo cristiano del que hacía gala simplemente con sus actos. El mismo que le habrá dado serenidad en sus últimos meses, rodeado de todos los que le querían. Muchísimos.

Estampas de refilón y a bote pronto. Yo en realidad venía a decir que un hombre bueno ha muerto. Nada más y nada menos.

1 comentario:

Santitos dijo...

(Me dice Katia que el grito subiendo la cuesta era "NAN-DO NAN-DO PA-RRA PA-RRA". Sí: a ritmo de "We will rock you". Recuerdo los dos :)