domingo, 15 de junio de 2008

un milímetro de azar

Nada más común y natural que la formación de una vida. La prueba somos 6.500 millones aumentando en progresión geométrica. Y sin embargo, descubro ahora, nada más milagroso. De hecho, la formación de una vida es una sucesión de diminutos milagros que funcionan como un reloj, desde el mismo instante en que un óvulo acepta la cabeza de un espermatozoide. A la sexta semana empieza a latir el corazón, a la décima tiene cabeza, brazos y piernas, a la duodécima puede predecirse si tendrá síndrome de down midiendo la nariz y el cuello. A la décimo tercera, unas membranas que cubren la uretra, si es que va a ser un varón, tienen que desaparecer. Se llaman valvas uretrales posteriores y miden alrededor de un milímetro. Si no desaparecen, la vejiga no puede evacuar. Si no evacua, el feto va quedándose sin líquido amniótico, pues la placenta de la madre deja de producirlo hacia la décimo sexta semana. El líquido amniótico es vital para el desarrollo de los pulmones: sin uno no existen los otros. Al mismo tiempo, los riñones tendrán que empezar a funcionar, pero poco a poco se irán llenando de orina hasta llegar a atrofiarse. Que no desaparezcan las valvas uretrales posteriores pasa sólo uno de cada diez mil embarazos. No tiene que ver con beber o fumar o saltar o tomar ácido fólico. Nada lo causa, menos lo predetermina. Es sólo la suerte la que echa a rodar los dados. Un dado de un milímetro.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

un beso sentío y un abrazo bien apretao

carolín

Santitos dijo...

Gracias, querido Carolo, rey de las sonrisas indias.

Álvaro dijo...

A pesar de los 9.076 kilómetros que nos separan, te mandamos un abrazo cálido y un beso de esos fuertes de abuela.
Mucho ánimo, guapísima!

Santitos dijo...

Gracias, Al, nos vemos pronto. Abrazos.

Julio Novillo dijo...

Bueno chispitas, como dice Carmen, "con lo que tenemos, a ver que hacemos". Creo que si tenemos esto entre 10.000 otros tendrán otra cosa. Lo solucionamos y a funcionar. Lo mismo es el único problemeja que nos trae el pequeñin.
Un fuerte abrazo y besitos.