sábado, 3 de noviembre de 2018

nuestro Dani


Qué es la felicidad. Ese momento (generalmente breve pero intenso) en que, no importa donde estés, todo parece en armonía. Cuando el placer, la conversación, las risas, el reconocimiento del otro, la comunión con el entorno, todo, generan una energía que nos eleva, y todo parece pleno y en paz. (Mejor explicado, algo parecido a esto.)

Si echo la vista atrás, en muchos, muchos de mis ratos que puedo considerar felices está Daniel Moreno Carmenado. Dani Moreno, Daniel Mor, Dani "Canguelo", nuestro Dani. En esta hora en que él ya no está porque así lo decidió, me pregunto si, al menos en esos momentos donde la felicidad era tan patente que podía tocarse, también la sintió. Quiero creer que sí. Al menos, así parecía. Pero nunca sabemos bien a bien del dolor profundo de los demás. Hay enfermedades que aún son innombrables, a estas alturas de la historia y de la ciencia.


Tampoco podías saber con Dani. Tímido, educadísimo, serio, formal, crecía crecía crecía en el escenario, con un talento natural, sobre todo para la comedia. Era el mejor actor de todos nosotros.


Tan buen actor era, que nos hacía creer que estaba bien cuando no. Cuando lo vi este verano, en la última función de Carpe Diem, quise que esa sonrisa la tuviera también por dentro. Ese fue otro momento feliz del que hablaba. Dani, mira, siéntela, aquí está la felicidad y el amor, te adoramos, te los damos a manos llenas.

Demasiado tarde. Tanto y tan bien que nos hiciste reír, ahora sólo nos salen lágrimas.

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