Yo no sé en qué momento ni por qué dejé de ir a Casa d'Italia, que en mi tierra se le llamaría anca Luigi si es que hubiera un buen restaurante italiano, y que me descubrió Hernán Bravo Varela, imitador insuperable de Sinatra, Raphael y Paquita la del Barrio. Hoy, con Daniel y mi adorada Valentina, pappardelle del día con setas y trufa blanca.
En fin, que presa de mi estatus, ando como la cursi de Amélie Poulain, buscando el placer en sitios peregrinos...
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