viernes, 10 de octubre de 2008

me duele, mucho, y qué

Dos cositas sobre el dolor y sobre mí:

Una: no lo soporto. Y reflexiono. "Eres muy fuerte", dicen. Mentira. Lloro, pataleo y me muerdo el labio cuando me duele. Aguanto porque no me queda más remedio. Y no me mande Dios lo que soy capaz de aguantar, como dice la madre de la sabia Carolina Maqueda. Reflexiono más, quizá exagerando: yo, puesta en una situación de la que salen sólo los salvados (hora de leer a Primo Levi si no lo han hecho ya), sería una hundida.

Dos: está muy idealizado. "Ay, ay, cómo sufría Frida Kahlo y qué bien le salían las pinturas sublimando el dolor". Mentira. No soy quién para decir si el arte de Frida es bueno, malo o regular. Sólo diré que lo suyo más bien parece un versillo de la Martirio: "que yo voy al trabajo a reírme y a descansar". Ocupada en un quehacer, una piensa menos en otras cosas. Renuncio a la creatividad si está unida al dolor, igual que si está unida al abismo y la oscuridad de las drogas duras. Y mira, de hecho las drogas, ¡para que me quiten los dolores!

(A todo esto, truenan las campanas del fin del mundo. Anda, anda, que Bush va a salir en hombros por la puerta grande del infierno...)

5 comentarios:

Feliciano Tisera dijo...

Eso mismo, lo de la creatividad y su vinculación al abismo de las drogas duras, dice Calamaro. Él se reconoce menos creativo, ahora, presumiblemente sano, pero se prefiere más feliz. Los talentos a veces coinciden en opiniones. Al menos para mí ustedes dos son muy talentosos.
Besitos.

Anónimo dijo...

Si por cruzar oceános persiguiendo un ideal, un amor..., si por verte abandonada en un país extranjero, si por vivir con la pérdida y con su duelo cúal espada de Damocles, no se es fuerte, entoncés ¿qué eres tú?.
A veces nos cansamos de ser fuertes, la carga se hace tan pesada que no lo soportamos más, pero por alguna razón desconocida seguimos adelante, luchando; creo que es una de las mayores características del ser humano. Eso y que una voz amiga te diga que te quiere.

Santitos dijo...

Feli, siempre tan generoso, compararme con el gran Andrés es too much. ¡Qué pena cruzarnos sobre el océano!

Anónimo, aprecio el cariño (lo apreciaría más si viniera firmado). Lo cierto es que vine a este país sin perseguir nada; en todo caso, no un "ideal", sino un cuerpo hecho y derecho (con su alma incluida, claro). Estoy muy lejos de sentirme abandonada; sí sola, pero eso es porque voy creciendo y aprendiendo ciertas cositas. En cuanto a la pérdida y al duelo, cada vez estoy más convencida de lo que dijo ayer Rob Riemen en una conferencia memorable en la UNAM: "life is most of the times about loss". ¿Qué consuelo? El arte.

Anónimo dijo...

Y yo que sí que te imagino mordiéndote el labio y apretando los puños mientras abres los ojos y haces ese ruido que tanto me recuerda a nuestra abuela...

No tiene nada que ver con el arte unido al dolor lo que voy a escribir, pero estaba redactando mi ponencia y de pronto me he dicho: voy a vagar por los escritos de mi hermana, a ver si veo algo que pueda comentar, y de paso la saludo...

Y he recurrido al blog que me parece más personal que un mail mondo y lirondo con un: qué tal estás?

Cuando he empezado a leer lo del dolor se me ha venido a la mente tu imagen, y ese gesto que compartes con la abuela, que hacía lo mismo cuando se cagaba en los calostros...

Te quiero.

Santitos dijo...

Jajajaja. Gracias por tus palabrillas, hermana. Ya me han dicho que sales hasta en la radio. Suerte para tu ponencia (¡no te pongas nerviosa!).

Muchos besos. Yo también te quiero, y mucho.