sábado, 24 de noviembre de 2007

noche chilanga

La de ayer fue una de esas noches que sólo pueden pasar aquí. La invitación espontánea a una pareja amiga para que conocieran la casa se convirtió en la fiesta de la presentación del último libro de Jordi (Enrigue) Soler, La última hora del último día, que ya es hora de leer. Unas quince personas de las que conocía a cinco (mención honorífica para Tanya Huntington y su espectacular pavo de Thanksgiving del día anterior). A medianoche, viendo cómo iba perjudicándose el percal, empezamos a sacar las migajas que encontrábamos: aceitunas, espárragos, quesos, chinerías recalentadas... Se acabó el tequila, el güisqui, el vodka, las cervezas. Malcolm y un puñado se fueron después de antros. Hoy por la mañana contaba asustado lo que vio en no se acuerda qué pista de reguetón a las siete de la mañana. "Bienvenido a Mexico City", le dice el otro. Creo que hice amigos. Acabé prendiéndome, en fin, después de una jornada de doce horas de trabajo y vueltas en taxi por la ciudad.

martes, 20 de noviembre de 2007

un poco de onfalismo

A Álvaro, que no todo va a ser folklore, y a Vir, porque me entiende

A veces me siento así:



Antes de conocer la bahía de Dun Laoghaire, donde inicia su camino Leopold Bloom y en cierto sentido, yo misma, el Cantábrico de Gijón me era muy socorrido: un azul que nunca lo es y que entre verdes y grises llama al viaje. Al viaje. Y aquí estamos.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Paulina

Una delicia de almuerzo en Los Danzantes, con dos mezcales mineros como manda el sitio. Y Salvador Elizondo en los ojos y la risa de Paulina Lavista, viuda divertivivísima (merece el atropello de aumentativos) que lejos de ir a la caza de una línea de su difunto reproducida sin consentimiento, echa al aire aquí y allá letras y anécdotas, sin importarle -o sabiéndolo bien- lo escandalosas que sean (me reprimo, que no han pasado los veinticinco años que ordenó el maestro). Otgas podgían apgendeg.

viernes, 16 de noviembre de 2007

vértigo

Ver a mis alumnos: asomarme a la velocidad centrípeta de los veintimínimos años. Una semana parecen distantes compañeros y a la siguiente se meten mano en clase, y a la siguiente la carne impone hasta amor, y a la siguiente quizá se dejen.
Nada de envidia, sí un pinchazo de nostalgia. Y de la peor,
a la que canta Joaquín "con la frente marchita".

jueves, 15 de noviembre de 2007

el carné

Me acabo de sacar la licencia de manejo del Distrito Federal. Y no debería haberme angustiado por no tenerla en todo este tiempo: ni siquiera me han pedido el carné español. Así que un extranjero, si tiene el documento migratorio en regla y paga 438 pesos, ya puede coger un coche, aunque no haya visto una palanca de cambios en su vida. Luego no nos extrañen los borrachos indolentes al volante, pues indolente es el gobierno.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

inquietudes sobre la mirada extranjera

Me ha entrado una extraña culpa al releer a mi Saint-Exupéry desconfiando de lo exótico, pues lo exótico es muestra de la mirada extranjera, y la mirada extranjera lo es en tanto no entiende el mecanismo ni la esencia [sic, palabra que le era tan grata] de lo que ve; lo exótico en sí, pues, no existe. Sigo esta línea autoflagelante para pensar que los retales folclóricos que me salen no hacen justicia a México, y me salen folclóricos porque no los entiendo; SON, en fin, porque no los entiendo.

¿Pero esto es malo?, se preguntan mis entrañas.

No lo parece a la luz del precioso artículo que firma Andrés Ibáñez en el último ABCD las Artes y las Letras, en el que aprecio una curiosa cercanía con Saint-Ex (lo exótico no existe): resulta que en un libro escrito en los años cuarenta, Adrian Unger, científico de la Universidad de Lovaina, afirmaba que los ojos no ven de manera continua, que lo que miran tiende a desaparecer al cabo del rato, que no ven lo que tienen delante a menos que el objeto no coincida con el archivo mental, es decir, que sea algo nuevo, o algo súbito. La mirada según Unger (digo yo) no sería más que sorpresa. Me sorprendo luego veo. Una máxima para colocar a la entrada de todos los jardines chinos. Y por qué no a la de este rincón...

domingo, 11 de noviembre de 2007

pero es que no somos poetas...

Véase "Las palabras", de Paz, que hoy despublico. Me avisaron alarmados de que la titular de los derechos tiene un equipo de abogados dedicados exclusivamente a cazar este tipo de cosas...

En fin, el sentido se mantiene: prostitutas palabras, que no significan lo que yo quiero...

sábado, 10 de noviembre de 2007

¿por qué no te callas?

Sólo un rey español -no inglés, ni holandés, mucho menos sueco- podía saltar así, con ese gesto baturro de cerrar el pico a todo quisqui, y -lo más raro, inédito diría- olvidándose de que es rey. Ahora, nótese la efectiva contundencia frente a la retórica buenista del pobre Zapatero...

viernes, 9 de noviembre de 2007

Muerte parcial

El maestro Juan Villoro acaba de estrenarse como dramaturgo en el Teatro Orientación con la obra Muerte parcial. Compleja, profunda e irónica, no se entiende si no se entiende México, o viceversa. ¿Quién podría creerse en España al político corrupto, cocainómano y chantajista, que tiene el poder para otorgar o quitar nuevas identidades? Hasta ese genial doblador teñido de dibujitos animados y películas de vaqueros, narrador-poeta de partidos de fútbol, es inverosímil en nuestros lares patrios. Aquí no sólo funcionan, sino que son metáfora.
Cuatro personajes -al que se les une un quinto- pretenden empezar una nueva vida después de estar a punto de morir en la montaña y ver cómo el resto de sus compañeros se precipitaban al vacío. Todos están huyendo por buenas razones: de una familia enferma, de la muerte de una hija de tres años, de un pasado de clase inferior, de la fama en decadencia, de mil y un chanchullos político-delictivos. Todos cargados de culpas, enternecedores y repugnantes a un tiempo.
Lástima de la pésima mitad y media del elenco -a la que por suerte salva el otro tanto-, que no le hacía honor a sus caracteres, y de la torpe dirección: movimientos, ritmo, espacios, pose, cambios, música, trasnochadamente rígidos. Como un sistema analógico frente a las infinitas posibilidades de otro digital.
Y pensar las maravillas que hace el Juli hasta sin texto...

jueves, 8 de noviembre de 2007

tirititando

El invierno mexicano no me deja estar desnuda en casa. Ni a mí ni a la vecina. Así no hay manera de enseñar los lunares. Por ahí habrá quién sepa cuántos tengo en la espalda. Yo no sé, ya ni me acuerdo.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

las madres

Madrugar, criar, trabajar, supervisar, comprar, cocinar, amar y etceterar. Sin aparente cansancio y desde luego sin quejas.
No sé si rendirme...

PD: Arruiné una deliciosa sopa de champiñones al caerse la tapadera de plástico a la batidora y hacerse añicos. Iba a ser crema de plástico y hongos.

martes, 6 de noviembre de 2007

aniversario peregrino

La memoria opera sin lógica. Entre los numerosos datos que almacena mi disco duro -la mayoría estúpidos, como el año de estreno de Lo que el viento se llevó (1939), la canción con que Jorge Drexler llamó de nuevo mi atención ("Mi guitarra y vos", volviendo del hospital donde estaba Lizaralde en fiebres) o la última frase de Cuna de lobos ("yo no soy Bruno, soy el pequeño Edgar")*-, hay una efeméride que recuerdo año tras año sin más razón que una clase magistral de historia de España y la imagen del paisaje otoñal de la vega del Tajo: hoy hace 61 años que el gobierno de la República española huyó de Madrid a Valencia, dejando al pueblo con las tropas de Franco a sus puertas, en Ciudad Universitaria, de donde no pasarían durante dos años y medio más. Cuentan que los madrileños bajaban a la Moncloa a defender su ciudad como el 2 de mayo aquel que entraron los franceses...


* Por no hablar de la primera frase que aprendí en francés, que me acompañará toda la vida: "Pierre, il habite à Paris, mais il est à Avignon, comme toi, tu es à Avignon".

lunes, 5 de noviembre de 2007

reinventando el español

- No entiendo, señorita, cómo no emplean este espacio libre debajo del puente para hacer un estacionamiento, con la falta que hace en esta ciudad. Mire, ese espacio, está todo...
- ... desperdiciado...
- Xacto, obsoleto.

domingo, 4 de noviembre de 2007

las primas libanesas

La población en México de origen libanés ronda el medio millón. Son católicos en su inmensa mayoría, y fueron llegando a finales del siglo XIX, huyendo de la persecución de cristianos maronitas desatada en Líbano y Siria por parte del Imperio Otomano, cuyo hito es la matanza de julio de 1860. Si llegaron al puerto de Veracruz, por cierto, es porque los rechazaban en otros países dizque más civilizados.

El hombre más rico del mundo, Carlos Slim, forma parte de esta comunidad por padre y madre. Y el amigo más querido de mi casa, Carlos Azar, también. Como hoy era San Carlos, su mamá, Toni Manzur, nos invitó ayer a un pozole en compañía de sus primas hermanas, con las que se junta todos los sábados. Hermosas mujeres árabes perfectamente maquilladas. Graciosas y cálidas, de vuelta de la vida y de los hombres -viudas y divorciadas o casadas pacientes-, creyentes de San Charbel, voluntarias sociales. Una intuye que esa reunión ha sido siempre el espacio de su verdadera libertad, donde conspirar contra el marido insoportable, suspirar por tener sexo a los setenta, comer pasteles hechos en casa, leer los posos del café, recordar la anécdota de alguna tía (como aquella traída a los doce años del Líbano para casarse cuya vecina, cordobesa, le aconsejó que tenía que ponerse bonita para su marido, dos decenios mayor, que cuando la encontró en la puerta arreglada, la metió en casa a golpes), meterse con cariño unas con otras, buscarle novia al sobrino o examinar a las que lleva a casa.

Nosotros en la misma mesa, pero como espiando desde una mirilla.

sábado, 3 de noviembre de 2007

carne rioplatense

La música, la sangre negra, la melancolía, la gente, el atardecer en el Río de la Plata y, desde ayer, gracias a la gentileza de Puchet, sabemos que definitivamente, también el asado. Antológico.
En fin, gana Uruguay.

viernes, 2 de noviembre de 2007

los dos pájaros

Confieso que no me comedí. Cada canción, como un olor, tenía su lugar y su momento en el tiempo, y así, dejándome llevar por la línea de mi vida, lloré, reí, grité, canté. Me emocionaron los pájaros, Sabina y Serrat, el truhán y el señor, que llegaron a México con sus mejores canciones. Con buena cara y mucha guasa. Dos horas y tres cuartos de concierto, cinco días seguidos en los que llenaron por completo el Auditorio Nacional*.

No tenemos remedio: somos unos sentimentales...


* Aforo: 10.000 personas.

jueves, 1 de noviembre de 2007

campaña (india) de salud

La India es el segundo país después de Suráfrica en número de afectados por el virus del sida. Así que esto no es ninguna tontería. Útil y bizarro. Apoteósico como el Subcontinente mismo.